viernes, 4 de febrero de 2011

Todo por unos cuantos Bytes

Amigo, Quiso decirme mientras se desintegraba en el ciber espacio

Esparcido entre bit y bytes cuadraditos en un disquet de 3 ½

Esperábamos vanamente que el antivirus estuviese dormido

Pero nunca duermen esos malditos fascistas

Y nuestra ingenuidad le costó caro camino a casa

Lo esposo como delincuente sobre la vereda

Reventándole unos cuantos pixeles de la cara

Y dos costillas de su memoria RAM

Mientras yo, veía desde lejos, desde medio mundo de distancia

Como completaba la exploración sobre el

Me paralizo el miedo, ¿que mas podía uno hacer?

Con unos gramos de Credit Card Numbers en los bolcillos

Fresquitas, cortadas recién de la mata

Pero habíamos logrado tiempo atrás colarle un Spy bot

Que le habría llegado hasta el hipotálamo o la BIOS

Pero que importa si mi compañero seguía desangrándose en la calle

Vomitando 47 Giga Bytes de tripas

Pixeleandose a lo vieja escuela

A vista y paciencia de todos, que miraban y reciclaban sus partes

Y así, sin más, sin si quiera satisfacerse de sus logros

El maldito termino de fagocitarlo, limpiarlo, formatearlo

Informando mecánico a sus superiores

Operación Finalizada

Amenaza Eliminada

La apariencia de las cosas

Hay un par de cosas que me siguen pareciendo monstruosas

Tu, siempre mirando el reloj en posición de guardia

Los almuerzos familiares en casitas prefabricadas

Las bandejas de plumavit llenas de frutas en el supermercado

Los minuteros voladores suicidándose en la era digital

Transmitidito en alta definición por televisión satelital pirata

Hay un par de cosas que me siguen pareciendo aparentes

Mediocres apariciones, remedos, espejismos

Encarnándose en la necesidad de los amantes superfluos

Recuerdos involuntarios de movimientos reflejos

Convulsiones en una intoxicación prevista con antelación

Hay un par de cosas que me aparentan un parecido

Mero parecido, apariencia fugaz que se desintegra grosera

Llamadas de auxilio hechas por radio

Sintiendo(se) interferencia nada más

Partiendo de este, para ningún otro lado, mundo, destino

Hay cosas que dejaron de parecerme cosas

Ya no se sienten, ni aparentan

Hay apariencias que ya no necesitan fingir mas

Se escondieron con todo el resto

En el mundo de los juguetes perdidos

Y desde luego

Una multitud de nadas amontonadas

Que exigen ser cosas monstruosas y aparentes

Y me acosan desde sabe quien donde

Inspiradas en motivos aparentes para arrebatarme vanidosas

Los relojes que entierro para detener el tiempo

Alzados en maderitas pintadas

Debieron haberse amontonado mientras dormía

Bloqueado mi puerta y ventana

/Aunque sabes que me gustaría tener ventana/

Hicieron guardia como soldaditos de madera

Con sus caritas rojas igual que sus ojitos

Podía escucharles mientras dormía

Urdiendo planes para asfixiarme al amanecer

Afortunadamente sus manitos de madera

Lamentan el frio de los arboles

Mientras yo soñaba con bosques en llamas

Enteros de viajes que nunca pude hacer

Colocaban silenciosos las cuerdas de sus trampas

Sus propias trampas hechas cuerdas

Guillotinas, barricadas, fosforitos suicidas

/no les importaba perder a sus hermanitos/

Esperaban como siempre

Con sus cuerpecitos de madera y caritas rojas

Amotinándose sin remordimientos

Siempre mientras sueño bosques que se incendian

En este lado de Roma

Por este lado

Las lunas no son blancas ni de queso

Asoman amarillentas entre álamos medios secos, medios muertos

Penetrados por quintrales inescrupulosos

Que chorrean rojizos la complacencia de su plaga

Por este lado, se disuelven las mañanas

Entre neblinas, hijas y conocidas

De madre-rio que se niega a ser rio, y ser madre

Revotando entre piedras amusgadas, tarros y zapatos

En esta parte del mundo, margen amarilla

De llamaradas inexistentes y juguetes abandonados

Pierde continuidad el camino y paradero

A orillas de una Roma asolada y templos bombardeados

Por este lado, escondite y guarida

Iglesias que fueron, campamentos de piedras

Acaban los caminos sin viajeros habituales