domingo, 10 de abril de 2011

La apariencia de las cosas

Hay un par de cosas que me siguen pareciendo monstruosas

Tu, siempre mirando el reloj en posición de guardia

Los almuerzos familiares en casitas prefabricadas

Las bandejas de plumavit llenas de frutas en el supermercado

Los minuteros voladores suicidándose en la era digital

Transmitiditos en alta definición por la televisión satelital pirata

Hay un par de cosas que me siguen pareciendo aparentes

Mediocres apariciones, remedos, espejismos

Encarnándose en la necesidad de los amantes superfluos

Recuerdos involuntarios de movimientos reflejos

Convulsiones en una intoxicación prevista con antelación

Hay un par de cosas que me aparentan un parecido

Mero parecido, apariencia fugaz que se desintegra grosera

Llamadas de auxilio hechas por radio

Sintiendo(se) interferencia nada más

Partiendo de este, para ningún otro lado, mundo, destino

Hay cosas que dejaron de parecerme cosas

Ya no se sienten, ni aparentan

Hay apariencias que ya no necesitan fingir mas

Se escondieron con todo el resto

En el mundo de los juguetes perdidos

Y desde luego

Una multitud de nadas amontonadas

Que exigen ser cosas monstruosas y ligeras

Y me acosan desde sabe quien donde

Inspiradas en motivos aparentes para arrebatarme vanidosas

Los relojes que entierro para detener el tiempo

0 comentarios:

Publicar un comentario